Cascadas...

Samantha M. juls escribió:
*rio divertida al ver que logro hacerme caer*
-me dejas sin palabras!eres muy bueno*aparto la espada de mi cuello con la mano y me levanto*donde aprendistes?

-Aprendi solo... con la practica todo se aprende

-ya veo, entonces tendras que enseñarme tu a mi

Me puse mi capa roja como de caperucita roja pero mucho mas larga, lleve mi violín en mi mano para tocar un poco en la hermosa cascada que había a un lado del bosque, con aguas cristalinas y en donde el sol alumbraba y hacia ver brillo so todo.
Ya no tenia nada que hacer, asi que decidí irme a relajar.

Camine lentamente hasta llegar a la orilla de la cascada, me quede parada ahí mientras sentía el sonido del agua al caer y las gotas que saltaban mojaban muy poco mi rostro.
Mientras ponía una pequeña manta en el suelo de color rojo sentí un caballo galopando cerca de la cascada, mas bien venia hacia la cascada, no tome mucha atención ya que no pensé que fuera nada malo.
Me senté en la manta y acomode el violín en mi barbilla mientras ponía la vara en mi mano derecha y las cerdas en las cuerdas de mi violín, ¿Se molestaria aquella chica si tocaba tranquila mente mientras ella leía un libro? me pregunte a mi misma.
Empecé a tocar lentamente, aunque esta canción sonaba mas bien con un piano, aun así era hermosa. aunque algo melancólica.

Me había perdido en el sonido que producía mi violín al rosar sus cuerdas con suavidad, era algo melancolía, lo admito, pero en el fondo era hermosa, como todo lo que me rodeaba, cerré los ojos mientras seguía tocando esa melodía que tanto me gustaba, hasta cuando después de 2 minutos la corte ya que me dio un tirón en el brazo, algo que me dolió mucho, sentí que un tendón me tiro muy fuerte lo que hizo que soltara la vara bruscamente lanzándola a mi lado e hice un gesto de dolor, deje el violín en mis piernas y me acaricie el brazo, de seguro hice un movimiento mal que dolió mucho.
Mire sin querer hacia la chica que había llegado unos minutos después que yo y la note con cara algo triste pero que tan solo mirarla se notaba que trataba de no verse triste, suspire y hable con tono normal-
-¿Estas bien?.- pregunte mirándola con curiosidad.-

No se veía feliz, de seguro fue por mi canción tan melancólica, pero no me hacia tonta para saber que no estaba bien.-
-¿Estas enfadada?.- pregunte sin dejar de mirar su rostro pálido, sabia que la terminaria cabreando, no se veía de esas chicas simpáticas para nada.

Sin querer no pude aguantar el reírme, suavemente y silenciosa, al verle casi cabreada era divertido, no era mi intención de molestarla, pero no parecía feliz, parecía aburrida y para que mentir si yo también lo estaba.
-¿Estas cabreada?.-pregunte tratando de no reir, me puse seria no seria mi cara normal, algo inocente.

Cuando vi que realmente se cabreo deje de sonreír y reír, la verdad lo había hecho para que de una ves me dijera lo que le ocurría, después de todo no me gustaba ver a las personas así, aunque seas unas enojonas de mal humor.
-Si ese comentario tan cruel lo dices por que estaba tocando....- suspire y la mire tranquila.- la verdad lo hago para no hundirme, es algo que me acostumbre hacer, mi madre y mi abuela murieron, estoy sola, y cada ves que los recuerdo me hundo y...aprendí a distraerme tocando la canción que me enseño mamá, una de sus preferidas.- dije sonriendo levemente.- Pero nunca salto, canto y bailo con los animalitos.- dije suavemente sin sonreír.- Y la verdad, mi vida no tiene nada de rosas, todas se marchitaron.- dije en voz baja

Subí la vista para mirarla, ¿como podía haber en la tierra gente tan cruel como ella? me pregunte a mi misma en un pensamiento, la mire fijamente sin mostrar rencor alguno, ella tenia razón, nunca me pregunto nada, y yo se lo solté todo tan rápido.
Me voltee para buscar la vara de mi violín que estaba en el suelo mientras tomaba la manta y la doblaba, tome mi violín.
Mire una ves la cascada, y me teletransporte a mi hogar en el único lugar tranquilo que podía estar.